Hay fotografías que son importantes para nosotros. Tal vez por la situación en la que fué sacada, o los momentos que una simple imagen puede evocar. Por ejemplo, una foto de tu infancia, evoca risas, juegos, juguetes, dulces incluso. Y vuelves a soñar.
Hay fotografías que nos recuerdan a seres queridos. Muy queridos, y que ya no están con nosotros, y a través de esa imagen, sientes que aquella persona está cerca, muy cerca tuyo, porque está en tu corazón, y en tu memoria.
Para mí, las fotos son algo importante. Su valor sentimental se vuelve tan grande a medida que pasan los años, que a veces pienso... Si un incendio ocurriera, salvaría las fotos y luego haría algo para salvarme a mí misma.
Me transportan al pasado, a momentos felices, a mi infancia, donde no medía mis sentimientos, sólo los expresaba y ya. En cambio ahora, mis sentimientos se encuentran reprimidos por el miedo al rechazo, a la incertidumbre. Por el miedo a sentir miedo. Y cuando siento que no puedo más, miro las fotos y de algún lado saco fuerzas para seguir. Porque darme por vencida sería algo que no soportaría. Si no lo soportaba a los cinco años, por qué debería soportarlo a los catorce?
Probablemente me esté aferrando a recuerdos, pero aún así, sigo adelante, porque es lo que a los cinco años quería... Crecer y buscar mi camino.
Es lo que a los diez años quería. Es lo que a los catorce años quiero. Y probablemente sea lo que a los veinte años querré.
2 años. No era consciente de las cosas. No tenía pensamientos claros, sólo colores, formas, caras. Y no había preocupaciones, y todo el mundo giraba en torno a mí, pero yo no me daba cuenta. Mi mayor preocupacion era dormir, creo... Aunque eso tampoco está claro, porque mi memoria empezó a funcionar a los tres años. O al menos, eso recuerdo yo.
3 años. A esa edad ya tenía una preocupación. Disney. Sí, fuí niña mimada,a esa edad bailaba ballet, hacía patinaje y ya había aprendido a escribir mi nombre completo. Decía algunas frases en inglés, que aprendía de la tele, siendo que a veces me costaba decir palabras en español. La mayoría de mis cosas tenían el logo de Disney, patitos (vasos para peques), ropa, linternas, libros, estuches, peluches, platos, patines.... En fin, bastante. Si, mi infancia fue feliz, a los cuatro años ya sabía jugar Mario Bros, y dejé el ballet, y aprendí a leer y escribir. A los cinco, llegó mi hermano, y desde ese momento, dejé de ser tan mimada. Ah, y a los cinco descubrí que la tele por cable podía ser una poderosa herramienta para aprender inglés.
Y ese es como el resumen de mi infancia; me faltaron fotos sí ¬¬
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