miércoles, 22 de julio de 2009

just another dark alley of London

5:30 de la mañana y una llamada interrumpe el sueño de Ágatha, pero ya está acostumbrada. Se decidió por ser detective, era parte de su vida tener rutinas irregulares, sin embargo, en el último mes nada interesante había pasado, y ya se estaba acostumbrando.
Contestó el teléfono con un disimulado tono de alegría, amaba su trabajo, y ya extrañaba resolver crímenes.
- Sí?
- Estás despierta? - Rió con la pregunta... Debía estar despierta como para poder responder el teléfono, no? Tal como Sherlock Holmes, ella tenía a su Watson. Su hermano menor, Jack.
- Supongo, si no, no estaría hablándote. ¿Tenemos trabajo?
- Si, por fin. Ya extrañaba esto. Paso por tí en un rato, come algo.
- Bueno, te espero.
Al cortar el teléfono, Ágatha comenzó a correr por su casa. La mayoría de las veces eran asesinatos, y no era que eso la pusiera feliz, si no que encontrar a los culpables hacía que la invadiera un gozo difícil de explicar, era como cuando a un niño de cinco años le entregas un juguete.
Comenzó a buscar su grabadora, celular, libreta, lápices... Oh, y su cámara fotográfica. Jamás salía de casa sin ella, le gustaba tener todos los detalles de sus casos para luego estudiarlos, buscando pistas en cada rincon, cada milímetro de cada imagen que su cámara capturaba.
Inglaterra no era un país donde muchos crímenes macabros ocurrieran, y a veces Ágatha sentía que era una injusticia no haber podido investigar sobre Jack El Destripador, pero aún así, seguía firme, trabajando, y estudiando psicología. Sí, porque le gustaba investigar las costumbres de los sospechosos, los familiares cercanos, y el círculo de gente que podía ser culpable de un crímen.
Jack llegó a la puerta del departamento de Ágatha, y esta salió en aquel preciso momento.
- Bien, que tenemos? - le preguntó a su hermano menor mientras se dirigía al auto de éste.
- El asesinato de una artista de circo. Probablemente haya sido por celos.
- Vaya, vaya. Esto se torna interesante, vamos al circo?
- Sí, murió en el escenario... Más bien, la mataron en el escenario.
- Pero, no había nadie allí observando. Entonces, debe haber sido luego de la última función. O antes de la primera, que te dijeron?
- Que la chica, tenía 15 años. Estaba castigada, entonces, tuvo que quedarse limpiando la pista. Nadie la sintió llegar al lugar donde dormían, entonces, su madre fué a buscarla, y la encontró degollada.
- Degollada. Uf, que mal que su mamá la haya visto así. Nadie más faltaba?
- No lo sé, eso pregúntalo cuando lleguemos.
El resto del camino, fueron en silencio, mientras Ágatha escribía en su libreta todo lo que su hermano le había contado. Casi al llegar al fin de la carretera, había una carpa de circo gigante, comparable a las del Cirque Du Soleil. Pero estaba rodeado de ambulancias y policías.
- Por qué nos llamaron a nosotros?
- Ágatha, tienes fama de detallista. Imaginas todas las situaciones posibles, y puedes adentrarte en la mente de cada sospechoso.
- Eso me hace sonar sobrenatural - Rió.
Se bajaron del auto y Ágatha comenzó a tomar fotografías. Cuando llegaron al lado del dueño del circo (según lo que Jack le había dicho). Ágatha prendió su grabadora y comenzó a tomar notas.
- Bien, entonces, quienes son los que siempre están designados a limpiar la pista?
- De hecho, van turnándose, esa noche había dos chicos aparte de Ashley.
- Okey, Ashley es la chica degollada, no?
- Exactamente.
- Bien, sólo por saber... Qué edad tenían los otros dos chicos?
- También eran adolescentes. Pero que yo supiera, no tenían nada que ver con ella, de hecho, ambos tienen novias.
- Pero las hormónas nos engañan. Créame, hace poco dejé de ser adolescente.
Era cierto, con sólo 21 años de edad, Ágatha ya tenía su carrera profesional, pero aún así, seguía siendo la misma chica de quince años que amaba leer novelas policiales.
- Si, bueno, tu eres la experta.

Continuará ; es mi intento de novela policial *-*


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